La primera razón para desear controlar la climatización de nuestra casa es la comodidad que supone manejar los equipos de calefacción y aire acondicionado a nuestro gusto. Esto es muy interesante pero mucha gente opina que con el termostato programable que tienen en la cocina o salón, más el mando a distancia, es suficiente para conseguir el confort máximo.

Pero la verdadera razón se descubre una vez que implantamos un equipo de domótica que nos permite controlar la climatización desde nuestro teléfono móvil porque el hecho de poder regular en tiempo real la temperatura de nuestra casa domótica o “Smart House” nos permite alcanzar un nivel de comodidad máximo y, contra la primera idea que tuvimos, descubriremos que el coste de dicho confort es menor (incluso la mitad) del que teníamos antes de implantar el nuevo sistema.

La razón es sencilla, aunque no evidente: al controlar el tiempo real el sistema de climatización podremos ajustarlo a nuestras necesidades de forma instantánea, evitando el desperdicio de energía que supone un programador que el día que te lo instalan queda configurado para siempre y no tiene en cuenta las diferentes necesidades que surgirán en el futuro. Esto inciden directamente en el coste de la energía, haciendo que la amortización de nuestra domótica doméstica sea rápida.

A su vez, el simple hecho de poder regular la calefacción o el aire acondicionado mediante un teléfono móvil hace que nuestra domótica en casa sea accesible para toda la familia y que, si queremos, podamos permitir que determinadas habitaciones tengan una temperatura en un momento dado mientras que otras apaguen completamente el sistema. Cada radiador y cada equipo se puede llegar a controlar de forma independiente.

Se acabó eso de llegar a casa a una hora imprevista y que el salón esté frío, o marcharnos de fin de semana para darnos cuenta una vez lejos de que hemos dejado la calefacción puesta como si estuviéramos allí.

Nuestra casa domótica podrá controlar también los termos eléctricos, encendiendo los equipos de forma programada cuando por ejemplo tenemos una segunda vivienda a la que vamos los fines de semana. Las persianas, si las motorizamos, podremos regularlas según la posición del Sol, consiguiendo que se abran o cierren de forma automática para que la casa reciba todo el calor posible a lo largo del día y en consecuencia la calefacción o el aire acondicionado trabajen con menos energía. La misma idea se puede hacer con estores o cortinas.

Enlazando con la seguridad domótica nuestro sistema de climatización nos permitirá simular presencia cuando no estemos, pues junto al control de iluminación que veremos en otro artículo veremos cómo podemos conseguir la apariencia tremendamente creíble de que estamos en casa cuando no es así.

Hemos de añadir que no menos importante es que la app de domótica que instalaremos en nuestro móvil nos suministrará una completa información sobre estados y consumos que será la que nos permita predecir el gasto a medio plazo, así como saber si hay algún tipo de avería. Nuestra casa inteligente nos proporcionará cada vez más posibilidades porque estos sistemas que hoy en día nos parecen increíbles están en constante evolución y por ello sentar las bases de una casa domótica es una apuesta de futuro.